20 noviembre 2005

20-N: Memoria y lutxa kontra el fascismo

Desde hace años el 20 de noviembre se ha convertido en una fecha señalada en la lucha antifascista. Ayer fue convocada una manifestacion para recordar a los luchadores antifascistas muertos durante el franquismo. El franquismo no fue la ensoñación de cuatro generales, fue el proyecto de dominación que le aseguró a la burguesía española en silencio un control de hierro sobre las clases populares. Silencio que presidió la Transición, que impone a un Monarca como directo heredero y por ello cómplice de la dictadura de Franco, que permite que asesinos como Manuel Fraga o Martín Villa sigan en puestos de poder, que ha mantenido a los torturadores de la dictadura en los cuerpos represivos españoles sin depuración alguna, que quiere imponer la amnesia (aquí nunca sucedió nada). La memoria no debe desaparecer y los culpables deben caer. El fascismo sigue en pie a espaldas de nuestros televisores y el poder. La lucha antifascista no es una lucha de jovenes con cresta, es una lucha humana y moral contra el abuso y la intolerancia, donde debemos participar todos y cada uno de nosotros. Os pongo unas grandes palabras pronunciadas y escritas por Charles Chaplin en su pelicula el gran dictador:

“Tenemos que ayudarnos unos a otros, los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos, la tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia la miseria y las matanzas. Hemos progresado muy deprisa pero nos hemos encarcelado en nosotros. El maquinismo que crea abundancia nos deja en la necesidad, nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos, nuestra inteligencia duros y secos. Ahora mismo mi voz llega a millones de seres humanos en todo el mundo, a millones de hombres desesperados, mujeres y niños, victimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a personas inocentes. A los que puedan oírme os digo: no desesperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará y caerán los dictadores, y el poder que le quitaron al pueblo se le reintegrará al pueblo, y así mientras el hombre exista la libertad no perecerá. No os rindáis a esos
hombres que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas
y os dicen lo que tenéis que hacer, que pensar y que decir. Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina con cerebro y corazón de máquina. Vosotros no sois máquinas, no sois ganado, sois hombres. No luchéis por dominar, sino por la libertad. Vosotros el pueblo tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad. Vosotros el pueblo tenéis el poder de hacer esta vida libre y hermosa. En nombre de la libertad utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Con la promesa de esas cosas las fieras alcanzaron el poder, pero mintieron, no han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Luchemos ahora para hacer nosotros realidad lo prometido, todos a luchar para libertar el mundo, para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio, el sexismo y la intolerancia. En nombre de la libertad y la democracia caminemos juntos contra el fascismo”