26 octubre 2006

Bailame el agua


Bailame el agua. Untame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto. Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor. Sacame de quicio. Llevame a pasear atado a una correa que apriete demasiado. Hazme sufrir. Aviva las ascuas. Ponme a secar como un trapo mojado. No desates las cuerdas hasta que sea tarde, demasiado tarde. Sirveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea ni tuya ni mia, que sea de todos. Librame de mi estigma. Llamame tonto. Sacrifica tu aureola. Perdóname. Olvida todo lo que te haya podido decir hasta ahora. No me arrastres. No me asustes. Vete lejos. pero no sueltes mi mano. Empecemos de nuevo. Sangra mi labio con sanguijuelas de colores. Fuma un cigarro por mi. Traga el humo. Arreglalo y que no vuelva aestropearse. No lo tragues. Echaklo fuera. Cruzate conmigo en una autopista a cien por hora. Sueña retorcido. Sueña feliz, que yo me encargare de tus enemigos. dame la llave de tus oidos. Toca mis ojos abiertos. Nota la textura del calor. Hasta reventar. Se yo mismo y no te arrepentiras. ¡Por cuanto te bendes? Regalame a tus idolos. Yo te enviare a los mios. Pillate los dedos. Los lamere hasta que nos sepan a miel, hasta que dejen de ser miel. Sal, nielgalo todo y despues vuelve. Te invito a un café. Caliente, claro. Y sin azucar. Sin aliento.
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Daniel Valdés