26 agosto 2007

Misery Road: Capitulo III


Así empieza mi vida como asesino: un maletín lleno de dinero y mi mejor amigo muerto; no esta mal para empezar. Aunque lo siento por el pobre Dick, su miserable vida no tuvo un buen final. Muchos me dirán que soy un autentico hijo de perra. ¿cómo has sido capaz de matar a tu amigo? Si bueno lo hice... pero no se han parado a comprenderme señores. Dick representaba todo lo que odio. Representaba las cadenas que me han amordazado durante toda mi vida. Para él todo era fácil, todo parecía un juego. Hasta este estúpido viaje. Nunca tuvo un padre que le golpeaba con botellas de cerveza. Maldita sea a Dick todo le fue bien, tenía una buena familia modelo e iba a la universidad. Este viaje solo era diversión, yo necesitaba escapar, necesitaba romper las cadenas del pasado y crearme un destino. Finalmente tuve que romper las cadenas con mis propias manos. Yo no pensaba volver y pudrirme en aquel miserable barrio, eso era cosa de Dick. Quizás matarle fue excesivo lo reconozco. Al fin al cabo fue bueno conmigo. Pero ya me lo dijo mi padre: "Detrás de las máscaras no le importas a nadie." Despues de decirlo mi padre se voló la cabeza con una 36. Un ejemplo practico supongo.

Toda la culpa la tuvo Dick. Si no se hubiese puesto tan pesado habríamos llegado los dos a Las Vegas y una vez allí me hubiera largado con el dinero pero al menos le hubiera dejado el coche para que regresara. No soy mal tipo sabes, pero Dick se pasó, ¿esconder el dinero?. Quizás a él no le importara perder el dinero pero para mi este maletin es la llave de mi destino. Mis pensamientos se nublan debería descansar un poco, mañana llegare con calma a Las Vegas. Allí hay un motel. Motel Larry.

Posiblemente sea el peor motel del estado de Nevada pero ¿qué otra cosa espero de esta carretera abandonada? Aparco el Ford en el parking vacío cojo algo de dinero del maletín para pagar la habitación. Son todo billetes de mil dolares pero encuentro algun billete de cien, espero que tengan cambio. Cierro el coche y entro en el motel con el maletin en la mano. En el mostrador una joven chica se distrae viendo una de esas viejas películas en blanco y negro. Tiene una figura oscura y sensual. Que decir tiene que me atrajo desde la primera mirada.

- ¿Eres Larry? - la saludo iniciando un jugueteo. Ella me mira primero con los ojos y después con la boca. me observa estudiándome.
- ¿Te gustaría que fuera Larry?- responde picara al juego propuesto. Debe de tener unos 16 años pero me siento terriblemente atraido por ella.
- Realmente no. - mientras me acerco al mostrador ella se inclina sobre él dejando a la vista los encajes que ocultan su camisa. Desde una habitación de recepcion aparece de subito un hombre viejo y mala cara.
- Yo soy Larry ¿qué quieres?

El juego se interrumpe bruscamente ante tal ruinosa aparición. La chica pierde todo interés y vuelve a su película. El hombre me mira con ojos profundos, arañados por la vejez pero vivos y ardientes. Cicatrices dibujan en su rostro lineas extrañas que hacen su figura notablemente amenazante.

- Quería una habitación para pasar la noche. Llevo todo el dia conduc...
- Son 20 dolares habitacion y botella de whisky. - No me gusta la aptitud del hombre pero en algun sitio tendre que dormir.
- Muy bien. Aqui tiene. - Saco un billete de 100 dolares y lo pongo sobre el mostrador. Los ojos del viejo Larry cambian de golpe. Algo le brilla en los ojos. Me dirige una mirada llena de intensidad.
- No tengo cambio que darte a los cien.
- Bueno no importa, quiero descansar... deme la habitacion y la botella. - Por favor que se termine ya esta conversación.

Porfin me entrega la llave de la habitacion cinco y una botella de Whisky One Dollar junto con un vaso. Recojo todo rapidamente me despido y apresuradamente intento salir de la habitación. Mientras subo las escaleras siento la mirada de Larry taladrandome la nuca. ¿sospechara algo? He sido bastante imprudente sacando tanto dinero... ¿qué clase de gente vendrá a este antro? La habitación cinco es tan ruinosa como esperaba mi imaginacion. Un ventilador sobre un techo rajado de madera aumenta la atmosfera agobiante. El papel de las paredes por la humedad está despegado por zonas. Una destrozada cama, un urinario de bar y un sucio lavabo completan la bella estancia. No esta mal la habitación para costar cien dolares. Con tantos lios aun no me he parado a contar cuanto dinero contiene este maravilloso maletín. Lo coloco sobre la cama y los muelles gritan del peso recibido. Voy sacando fajos de billetes de mil dolares. Hay demasiado dinero. Cada fajo contiene veinticinco billetes de mil dolares y no paro de contar bultos. Uno, dos, tres... diez... veinte. Esto es mejor de lo que esperaba. ¿Donde iba ese capullo con medio millon de dolares? ¿un tipo con suerte que venía de Las Vegas? no creo... Esto es demasiado grande. Tenía razon Dick... esto es demasiado grande. Un crujido en el techo de madera llama mi atencion. ¿Eran pasos? Podría ser el viejo Larry espiandome por una grite. No sigas por ahi Perry, tanto dinero te esta volviendo loco y paranoico, ya has matado a un amigo. Me miro las manos y la sangre de Dick aun esta marcada en ellas. Cuando voy a lavarlas en el sucio lavabo un pequeño escorpion negro me sobresalta. Podría haberme picado y la fiesta hubiera terminado demasiado pronto. Cojo el vaso al reves y rapidamente le atrapo dentro. Es oscuro y pequeño pero bello. Ahi encerrado me recuerda a la chica de recepción. Una belleza oscura, infantil con cierto aire peligroso. ¿Qué hace una niña así con un viejo como Larry? Me acuesto en la cama pensando en ella mientras el escorpion en la mesilla intenta encontrar la salida de su carcel de cristal. El whisky es intragable.

Me despierta una cama chirriante y unos gemidos de sexo en la habitación contigua. ¿Será la pequeña chica? Es extraño, sigo vivo. El viejo Larry no ha venido a degollarme y llevarse el dinero. ¿sigue el maletin conmigo? Si. Nada ha cambiado, el escorpión tambien continua en su celda. Pasan las horas y no recupero el sueño. Fuera comienza amanecer. Sigo sin fiarme del viejo. Necesito alguna defensa. El pico sigue en el coche... quizás podría darle con la botella igual que hacia mi padre conmigo... era efectivo. Necesito algo pues temo que la tragedia me reciba en este motel perdido.

Bajo las escaleras con cuidado con miedo a despertar a alguien. Apenas ha amanecido y no quiero tentar más a la suerte. En el recibidor se encuentra la chica viendo la misma vieja pelicula en blanco y negro. Al menos no tengo que volver a verle la cara al viejo. Le entrego la llave.

- Toma la llave.
- ¿Te vas tan pronto? - me pregunta centrado su atención en mi.
- Si... ¿Siempre ves la misma pelicula?
- Si... Oye... Larry anda ahora durmiendo, y cuando duerme no hay quien le despierte. ¿te apetece un trago chico? - mientras me habla no puedo dejar de mirarle los labios.
- No se... tengo algo de prisa....
- Venga tomate algo. Tienes los labios secos. - su delicada mano acaricia suavemente mis labios.
- De acuerdo... uno rapido... - la chica se agacha buscando algo y su camisa deja ver sus pechos.
- Mira esta botella de bourbon no es como el veneno que te dio antes Larry, seguro que tu estomago no aguanto más de dos tragos. ¿Podrás con este? - vuelve agacharse para sacar dos vasos con hielo y vuelvo a verle los pechos.
- ¿Podrás tu conmigo?

Cojo un vaso con el whisky y le doy un largo trago mientras la miro con deseo. Ella me mira sonriente. La deseo. Deseo poseerla en este mismo instante. Siento como el whisky quema mi garganta y mis sudores crecen. Siento como el whisky quema más que mi garganta y mi cuerpo se endurece y contrae. Siento como ella se burla de mi mientras el aire se me escapa. Mi cuerpo se desploma contra el suelo y soy incapaz de maldecir a esa pequeña puta. Lo ultimo que veo es la horrible cara de Larry ante mi. Me viene a la cabeza la imagen de mi padre frente a mi pintando las paredes con sus sesos.

Continua...