30 diciembre 2006

Celda sin rejas


Mi celda no tiene rejas pero no puedo salir. Las drogas y la enfermedad hacen mella en mi cabeza y solo puedo esperar. Esperar a morir. Vivo encerrado en un hospital, residencia, carcel o como querais llamarlo, para mi es un vertedero donde una sociedad me ha desterrado por no serle ya util. Me he convertido en un estorbo. Para todos. No sirvo para nada. Ni siquiera puedo hacer mis necesidades yo solo. No tengo nada ni nadie. Solo me quedan unos pocos recuerdos. Mi fragil mente aun recuerda los buenos tiempos, los grandes tiempos. Aun la recuerdo. Y como su pérdida resulto mi perdición. Mi abandono. Pasar mi vida a su lado era mi única ambición. Ahora no me queda nada. Esperar. Mis manos tiemblan. Mis ojos estan cubiertos por un fino cristal que me impide ver con claridad. Las ojeras me pesan de tanto esperar. ¿cuándo vendrá? Me canso de esperar aqui sentado como un zombi delante de un televisor que me impide pensar. Quiero escapar. Quiero que mi cuerpo vuelva a reaccionar. Levantarme de esta silla que me ata a la muerte y salir corriendo. Romper ventanas. Respirar aire limpio. Rejuvenecer en un último requiem. Hacer todo lo que me quedó pendiente por hacer. Volver a ver su rostro. No lo soporto más. No quiero esperar en este pasillo del vertedero de la muerte. Recojo las pocas fuerzas que me quedan y en un esfuerzo titánico comienzo a levantarme. Aire. Conciencia. Libertad. Solo un poco más. Entonces un fuerte brazo bloquea todas mis esperanzas y rendido caigo de nuevo en mi silla. En mi carcel. La enfermera me hace tomar mi ración de drogas y nuevamente me dispongo a esperar. No me queda otra. Solo soy escoria inservible. Miro la ventana de mi celda y solo veo sobriedad. Cierro los ojos y espero...
.
...y espero...
.
espero mientras todo se va...