Se me acabaron los susurros

La mejor defensa es un buen ataque, te lo diré en ocho susurros.
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Los tópicos funcionan y por eso perduran. Los días son azules, o quizá lo parezcan, pero nada es gratis. La letra pequeña nos habla de la verdad, los titulares solo mienten a medias. Hay una línea invisible que solo vislumbran los cansados de vivir. Hazme un truco y no me quites la venda. Tu juego puede ser el mío, podemos ponerle nuevos nombres a las cosas. Nombres más amables para un nuevo mundo. Hazlo lento, pon tu mejor técnica, el corazón, que para eso ya se desliza demasiado veloz la vida. Y así soñar jugando, viviendo, en la esperanza de poder volver a creer en la magia de amar la vida que construimos para nosotros y entre todos. ¿Sabes?, se me acabaron los susurros.
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Ivan Sainz Pardo, LA IRA DORMIDA
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