08 noviembre 2006

Diario de Italia: 2 Noviembre Dia III


Los tres de siempre madrugamos para hacer la visita obligada al Vaticano. El resto de los compañeros de la casa llegaron mazo de tarde, asi que dejamos a Joy dormir tranquilamente. De camino al metro nos pillamos unas piezas de fruta en un "supermercatto". He de decir que en estos días he pillado un gran vicio con las mandarinas, en Italia llamadas clemetines y segun me contaron también se llaman clementinas en España pero de eso no tenia ni idea. Bendita mi ignorancia.

Llegamos a las puertas del museo vaticano y aunque son las 9 de la mañana la cola ya es kilometrica. Hacemos la trece y catorce en una esquina de la larga fila y nos colamos ante la incredula mirada de un grupo de japonenes. Ale, nos quitamos de unas largas y aburridas horas de espera. Obi one además para más cante entra en el vaticano en camiseta de tirantes, una ley la mar de absurda. No os voy a contar lo mucho que desprecio y admiro a la vez este lugar, donde el arte más bello convive con la más alta hipocresia de la religión. Ya realize una larga declaración y explicación sobre el vaticano cuando empeze este blog (hace ya más de un año y medio), cuando lo visite por primera vez, asi que no reptire lo dicho entonces. Miguel y Obi quedaron igual de impresionados que yo, sobre todo en la capilla sixtina que pese a los continuos "Nou Phhouto, nou flaaasssh" la gente no respetaba nada. El Vaticano es un circo.

A mi pesar vuelvo a subir a la cupula de la catedral de San Pedro. Para los que no la han visitado les advertire que son unas infernales escaleras de caracol no aptas para cardiaco o los poco amantes del vertigo como yo. Eso si, la vista de Roma desde la cupulo es insuperable.

Con tanto arte, tantas colas (igualitas que para entrar al Dragon Khan) y tanto peldaño infernal, nos da la hora de comer. Mientras devoramos una pizza en una trattoria leemos en un peridico "Guerra de Bandas en Napoles: 12 muertos en 9 dias". Napoles es nuestra siguiente visita y aunque habiamos oido que era la ciudad actual con más mafia y delincuencia de Europa, pensabamos que no era para tanto. Nos planteamos ir directamente a Pompeya, pero ya lo decidiremos mañana cuando partamos para alla. Despues de comer nos pasamos la tarde buscando la comisaria (que despues resulto ser otra) donde requisan los objetos perdidos, para ver si encontramos la mochila de Miguel. Nuevamente debemos dar gracias a la gente de Roma que se vuelca contigo si necesitas algo. Al final la polizia no puede hacer nada y unicamente ponemos una denuncia con la (poca) esperanza que la encuentren y la envien a Madrid.
En nuestros paseos por Roma nos encontramos con una casa Okupa bastante guapa, muy al estilo de las de España pero con la diferencia que al parecer en Italia el gobierno les cede la casa gratuitamente y si tienen algun problema incluso echa una mano (???), asi que más que hablar de casas okupas deberiamos hablar de Centros Sociales "Okupados". En italia por cierto hay poca peña que vaya con pintas, el rock, el punk y el ska son auntenticas minorias, la poca gente que te encuentras del rollo tienen la cualidad de que son todos rastafarais.

Salimos a cenar pero todo anda cerrado pese a que son solo las 23. Como alli anochece antes los negocios cierran antes. La idea era volver al Pastarito para que pudiera probar la dichosa Salsa Vodka, pero ya estaba bien cerrado cuando llegamos. Tras mucho caminar encontramos porfin un sitio al parecer decente y barato. Miguel se pide unos "pennes" para hacer la gracia y nos quedamos decepcionados al descubrir que los "pennes" son simples macarrones. Al final las cuentas nos salieron mal y las cena salio bastante cara.

Quedamos con el resto de la gente en estación Termini para ir a un bar. En la calle no se puede estar porque hace un frio de la ostia. Acabamos en un club bastante "cool" donde no habia que pagar pero la bebida es bastante cara. La música es rollo electro acompañada por un loco (en extasis) tocando el yembe. Que pesado el camarero (enfarlopado hasta la medula) que nos persigue de un lado a otro del bar para que consumamos algo. A 5 euros el tercio va a consumir su padre. Aunque es jueves y que supuestamente es fiesta Erasmus el bar esta bastante vacio y a las 2 (hora tipica de cierre de bares en Italia salvo fiestas Erasmus) nos echan para casa.

La ley antitabaco es aun más dura en Italia. Es imposible fumar tabaco en un pub o bar.