13 noviembre 2006

Diario de Italia: 5 Noviembre Last Day



"El antipasti es el tipo que echa a los camellos de las discotecas" Miguel 5-11-06
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Nos despertamos tempranillo, que aunque estamos matados queremos aprovechar el ultimo dia en Roma. A Obi le apetece perderse por Roma el solo y hacer fotos, es normal que quiera tener intimidad y la verdad es que la idea de perderse por una ciudad desconocida es muy atractiva. Joy y sus compañeros se quedan sobando en casa. Tienen 8 meses para conocerce de palmo a palmo la ciudad no como nosotros. Miguel y yo por nuestra parte volvemos a la casa okupa de anoche, que nos dijeron que hoy montaban un mercadillo y asi podemos pillar algun regalo y algun recuerdo. Cuando llegamos alli no hay mercadillo que valga y si algunos trapicheos raros en el campamento de caravanas de al lado. Dejamos unas cuantas maquetas de Punk Fiction en la casa y nos indican como ir al rastro de Roma.
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El rastro de Roma es una mezcla entre el rastro de Madrid y rastrillo cutre de Torrevieja. Alli de sorpresa nos encontramos con Pablo (antiguo amigo/conocido/enemigo de algunos/borracho sin igual/o algo asi del Getafe) que también esta de Erasmus en Roma.
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Nos juntamos con Obi en Piazza Poporo a las 3 de la tarde. Alli nos tomamos nuestra ultima pizza y disfrutamos de un artista del spray japones incansable dibujador de planetas siderales y gaviotas espaciales... Estamos reventados despues de una semana aprovechada mañana, tarde y noche, viaje a Napoles y Pompeya incluido. Decidimos tomarnos una ultima tarde tranquila disfrutando de esta mágica ciudad. Quedamos con Joy en el Coliseo y mientras llega nos divertimos haciendo fotos fantasmales (ver la mia con Miguel) y con un vendedor indio que tras quedarse a un palmo de mi cara va el capullo y me dice "you are my girlfriend".
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Ya con Joy en el grupo vamos a la primera casa okupa que conocimos a tomar una caña, pero estaba cerrada. Sera que las casas okupas romanas no abren los domingos por la tarde... Cenamos de nuevo en el famoso Pastarito y porfin tomo la salsa vodka con una pasta de patata que era increible. Por cierto la salsa de vodka no sabia ni una pizca a vodka solo a pimiento rojo.
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De camino a casa pillamos unas frutas (clementines) para el desayuno de mañana. No tenemos fuerzas para nada más y mañana el avion "sale" (fijo que abra retrasos) a las 10 de la mañana por tanto tenemos que estar en el aeropuerto a las 8. Ha sido un viaje perfecto con Miguel y Obi. espero que no sea nuestro ultimo viaje. ¡Seguro que no!